quinta-feira, 21 de fevereiro de 2013

LA MISIÓN DEL REGENERADO EN CRISTO

Porque por medio de Él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Efesios 2:18.
El primer nacimiento viene de padres pecadores y acontece a la imagen de ellos; el segundo es divino, conforme la voluntad de Dios, y nos habilita para que seamos la imagen de Jesucristo los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad del varón, sino de Dios. Juan 1:13. El nacimiento biológico es de semilla corruptible y marcada por el pecado. El segundo nacimiento, o el nuevo nacimiento, es espiritual, transformando los que pasan por él en hijos de Dios, nuevas criaturas. Por medio del primer nacimiento todos somos esclavos de la propia voluntad y de nuestros deseos pecaminosos ajenos a la vida de Dios.
La gracia de la regeneración en la vida del pecador viene de arriba, del Espíritu Santo, en la persona del Señor Jesucristo, en la inclusión en la muerte y en la resurrección con Él. El deseo de amar al Señor, de obedecerLe, es ganado por la vida de Cristo en nosotros en la regeneración. Solamente aquellos que han pasado por la obra de la cruz son participantes de la vocación soberana y celestial de Dios para hacer la misión. Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús. Hebreos 3:1.

En la nueva criatura hay nuevos deseos, nuevas afecciones y nuevos deleites, a partir del llamado celestial. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. I Juan 5:20. El Dios encarnado en Cristo realizó algo de más sublime visto en la eternidad para la redención, perdón, libertación y cura de los pecadores, pero el punto principal es hacernos hijos herederos.

Para el regenerado, ese título de hijo es más honorable que el de ser el más exaltado príncipe de la tierra. Infelizmente, muchos regenerados han perdido la dimensión suprema del valor que el propio Dios Trino da en revelarSe como Aba Padre. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. I Juan 3:1. Alguien citado por Chaplin en su nuevo testamento interpretado parafraseó este texto en la siguiente forma: "Mira, toma conocimiento, considera, contempla por la fe, con admiración y espanto, y observa que gran favor, que gran ejemplo de inigualable amor, que admirables bendiciones de la gracia, el Padre nos ha conferido". El Dios soberano, omnipotente, se revela como Padre amoroso que nos llama para relacionarSe; es preciso creer en la acción del Espíritu Santo para llevarnos a vivenciar esta realidad que es, de hecho, que somos hijos de Aba, y no justo consumidores interesados en adquirir productos transitorios de este mundo perecible. El texto sagrado va a mostrar que el hijo quiere más de la intimidad y del amor de Cristo… y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo entendimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Efesios 3:19. El sentido de la palabra "pleroma", o plenitud, significa que el regenerado está siendo lleno y completado por el poder, por el mover y por las riquezas de Dios y de Cristo. La mayor herencia del salvo no es el cielo, pero sí el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Jehová es la porción de mi herencia…Salmo 16:5.

La misión del nacido de nuevo, a partir de esa experiencia, es de hijo en Cristo; es testimoniar para otros de la grandeza del amor de Dios. La cruz fue, y continua siendo, instrumento de revolución radical del regenerado, y que debe ser manifestada en actitud para la misión. Cuando un regenerado, tomado de la verdad divina, lleno del Espíritu Santo, esté con el poder del alto sobre él, el mundo, boquiabierto, va a contemplar el gran hecho de la cruz. Tenemos que tener coraje para ponernos delante de la voluntad de Dios, como Jesús, que dio inicio tan glorioso a Su misión y a la Iglesia primitiva. Hechos 8:14-17; 10:44-47.

Ahora, siendo hijos, necesitamos ganar el significado de la misión en la perspectiva de Jesús, y levar Su cruz, que es la nuestra, hacer la voluntad de Dios, amar con más intensidad a los perdidos por los cuáles el Messias entregó Su vida. Es en el mensaje de la misión de Jesucristo que el regenerado propaga la filiación divina a los desesperados de este mundo. La esencia de la misión del regenerado es testimoniar, con vida gracia de esa experiencia ocurrida en su propia vida. Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tendido misericordia de ti. Marcos 5:19.

La misión solo puede continuar en este mundo porque ya aconteció por medio de Jesús, en el envío hecho por el Padre celeste. El Dios Padre envió el Dios Hijo; el Dios Hijo envia a los regenerados. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Juan 17:18. El honor de Dios exigió el sacrificio de Jesús como único medio para transformar pecadores, de criaturas en hijos amados; mas el regenerado es uno con Cristo en la misión presente, porque somos uno con Cristo crucificado y resurrecto. En la realización de la misión esta identificación continua, y el desarrollo del servicio del regenerado, en la misión, es fruto de la realidad espiritual con el Padre celestial.

Walter T.Conner va a explanar muy bien: La misión del cristiano bajo otro aspecto, es poner otras personas en relación de salvación con Cristo y desarrollar en ellas la vida de Cristo. Ese es un pulso espontáneo de la vida nueva en nosotros: llevar cualquier otra persona a conocer a Cristo y gozar la gran bendición que Él da. Rehusar a hacer misión es traicionar a Cristo y deslealtad para con aquellos que dependen de nosotros, en lo que dice respecto al conocimiento de ese evangelio. Misiones y evangelismo, por lo tanto, no son cosas secundarias en la vida cristiana, y, sí, la esencia del cristianismo.

No es posible continuar diciendo que creemos en un mensaje cristotentrico y cerrar los ojos para las implicaciones contenidas en el mismo, que son vida nueva, intimidad con el Padre y ser semejante a Jesucristo.

Muchos cristianos corren peligros en su camino de fe, al abandonar la práctica de la centralidad de la cruz, con cosas perifericas que son evaluadas demasiado, quedando apenas un discurso vacío, sin efecto en su propia vida, porque están buscando las cosas del mundo y no las del alto, como dice Pablo. Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosences 3:1-2.
D.A.Carlson coloca muy bien su idea para misión de los regenerados: "Somos tan insensatos, cuando valorizamos aquello que no permanece, cuando promovemos los valores, los planes y los programas de un mundo que está desapareciendo, como si estas cosas tuviesen significado profundo. Ese curso de vida tan mal diseccionado revela elocuentemente cuán poco conocemos a Dios. Pues, cuanto más conocemos a Dios, tanto más desearemos que toda nuestra existencia gire a Su vuelta, y tanto más percibiremos que los objetivos y los planes realmente importantes son aquellos que están vinculados a Dios y a nuestra eternidad con Él.

Es en la misión de Cristo crucificado que el regenerado es moldado verdaderamente para hacer y entender la misión, no solo como espectador, pero sí como agente participativo. N.T. Wright dice: "Aquellos que pertenecen a Jesús son llamados, aquí y ahora, para ser agentes de ese propósito divino por el poder del Espíritu Santo. La Iglesia existe principalmente para cumplir dos propósitos íntimamente relacionados: adorar a Dios y trabajar por el establecimiento de Su Reino en el mundo.Cómo me envió el Padre, así también yo os envío. Juan 20:21. para nosotros, sin embargo, hay un Díos, el padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y nosotros por medio de él. I Corintios 8:6.
 
Soli Deo Glória.

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