quinta-feira, 21 de fevereiro de 2013

EL MINISTERIO DE LA PALABRA DE DIOS

Antes, bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda consciencia humana delante de Dios. II Corintios 4:2
Dios, en Su infinita bondad nos concedió vida por medio de nuestra muerte y resurrección en el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, hecho este confirmado a nosotros por la palabra viva. Es la acción de la gracia y de la misericordia de Dios a favor del indigno y que nada merece. Él bondadosamente nos dio vida. Él nos perdonó por medio de la muerte de Su Hijo y nos concedió Su propia vida. Nacimos en la familia de Dios, tenemos Su vida en nosotros y somos Sus hijos.
Todos estos hechos son evidencias de un milagro operado en nosotros por el "dedo de Dios" – el nuevo nacimiento. Antes de ser regenerados estábamos muertos en nuestras transgresiones, mas ahora estamos vivos para Dios. Antes éramos enemigos de Dios, ahora, amigos. Antes estábamos condenados, ahora absorbidos. Antes estábamos bajo el peso de la culpa, ahora con una consciencia limpia. Antes no teníamos vida, ahora Cristo es nuestra vida. Antes separados, ahora tenemos una relación con Dios.
Pero, infelizmente, muchos de los hijos de Dios piensan que la experiencia del nuevo nacimiento es el fin en sí mismo. Por eso muchos pueden estar preguntando: - Y, ahora? Si ya he recibido la nueva vida, lo que mas debo esperar, además de morir e ir para el cielo? El apóstol Pedro responde: "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos". I Pedro 1:3.
Conforme lo que acabamos de leer, la regeneración tiene una finalidad: "generarnos para una viva esperanza". Esto significa que tenemos un albo: que fuimos regenerados con un propósito definido por Dios. Este propósito es hacernos semejantes a Su Hijo. Cuando somos salvos, el Espíritu Santo, por medio de la Palabra de Dios, revela a nuestro espíritu, antes muerto, lo que Cristo hizo. A partir de ese momento el Espíritu Santo viene habitar en nuestro espíritu, con el propósito de revelar progresivamente, en nosotros, la persona de Cristo, en un proceso continuamente renovador: "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor". 2 Corintios 3:18.
Pero, cuando miramos para el escenario actual, notamos que muchos hijos de Dios parecen desconocer el propósito para el cuál fueron llamados. Esto porque, días y años pasan y ellos continúan los mismos. Por que esto acontece? La palabra de Dios nos garantiza que aquellos cuyos espíritus fueron vivificados son predestinados "para que sean conformes a la imagen de su hijo": "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos". Romanos 8:29. – indicando un movimiento renovador así que la vida les es concedida. Así, pensamos ser legítimo preguntar: El estado en que esos hijos de Dios se encuentran no sería un hecho que apunta para la crisis de la iglesia?
Debemos admitir que nuestra crisis, la crisis de la Iglesia es la crisis de la palabra de Dios. El mundo está presionando la Iglesia a hacer concesiones, a rendirse a sus "valores". Por ironía, este es el "papel" del mundo. Pero, cuando miramos para la Iglesia vemos divisiones, enseñanzas equivocadas y una enorme confusión en la cual el legalismo y el humanismo viven de manos dadas.
Lo qué hacer delante de esta situación de distorsión y anormalidad? Esta pregunta nos lleva inevitablemente a otro cuestionamiento. Lo qué es evangelio? Cuál es la buena-noticia? Cual es la naturaleza del evangelio? La naturaleza del evangelio es traer a la luz
la vida y la incorruptibilidad – lo que Cristo realizó cuando estuvo aquí entre los hombres. Y, lo que Cristo hizo allá en la cruz del calvario fue destruir el poder de la muerte y traer a la luz la vida y la inmortalidad. "pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio". II Timoteo 1:10.
Cuando las cosas comienzan a quedar difíciles, cuando la Iglesia está fuera de orden, lo que es preciso hacer? Como resistir a las corrientes internas y externas? Sin ninguna duda precisamos retornar a la Fuente. Precisamos retornar al fundamento. El apóstol Pablo orientó a su hijo en la fe, Timoteo, diciendo: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad". II Timoteo 2:15.
La solución está en el retorno a la Palabra de Dios. Toda esterilidad, pobreza y corrupción que encontramos en las iglesias se deben al elemento humano, más precisamente a los lídere. Los líderes con "inadecuados" porque son personas que no fueron quebradas por la cruz. Lideres que se levantan y hablan de acuerdo con su propia mente. Lo que dicen es de ningún valor.
Que Dios pueda encontrar aquellos que son quebrantados y humillados por la operación de la cruz para que Su Palabra fluya por medio de ellos. Dios está continuamente buscando a aquellos a quienes Él pueda usar y revelar Su propósito. Y, su propósito es de manifestar la gloria de Su Hijo, mostrar la suprema riqueza de Su gracia, en bondad para con nosotros, en Cristo Jesús.
La superficialidad y la pobreza son notables en el ministerio de los días actuales. La causa está en el hecho de muchos haberes dejado de lado la cruz. Ellos hicieron una manera de escapar de la cruz o hasta hablan de la cruz pero con un acento humano. Una especie de huída de la cruz, una huída del Calvario. Si tú puedes ayudar a otros con tu compasión o comprensión, eres un traidor de Jesucristo. "Tú tienes que mantener una relación correcta con Dios y darse a los demás a la manera de Dios, no a la manera humana que ignora Dios. "El énfasis hoy día es religiosidad benévola". Oswald Chambers.
La cruz es el fundamento del ministerio. Dios trata con el hombre estando él "en Cristo", mas este mismo hombre precisa ser trabajado, labrado interiormente por el Espíritu Santo, por el principio continuo de la cruz. La vida que fluye por el continuo morir: "llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos" II Corintios 4:10.
Todo aquel que experimentó la muerte y resurrección en Cristo, pasa a ser un testigo vivo en este mundo.
Conocer a Cristo es la llave del ministerio. Si somos llamados para proclamar la Palabra de Dios, precisamos de la revelación de la Persona de Cristo. Tal revelación incendiará nuestro corazón por Él y, consecuentemente, por las almas perdidas. "Pero, cuándo agradó a Dios que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre". Gálatas 1: 15-16. Fuimos llamados para predicar el Evangelio – la buena nueva de salvación – y no para argumentar acerca del Evangelio.
El mensaje debe girara en torno de la Persona de Cristo, la Palabra Encarnada, el Logos que se hizo Carne. Un día la Palabra se tornó carne, y cuando eso aconteció, Cristo se manifestó entre el Pueblo. Poco importa nuestra experiencia en hablar del Señor. Somos apenas una voz. Aunque esa voz pueda ser suave o elocuente, ella se tornará viva solamente cuando reciba contenido. Si el Logos no estuviera en esa voz, ella quedará vacía, como el metal que suena o la campana que retiñe.
Sí! Todos los que fueron salvos son verdaderos testigos, "vosotros sois mis testigos, dijo Jesús", pero no todos fueron llamados para ir. Y, aquellos que fueron llamados para una misión específica precisan saber que antes del Id, hay el Vengan. "Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombre. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo, su padre. Que remendaban sus redes; y los llamó. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." Mateo 4:18-21; 28:19-20.
Aquellos que fueron llamados para Ir precisan saber que no es solo predicar y enseñar acerca de Cristo, pero que tengan la revelación del propio Cristo. La vocación puede ser resumida en estas palabras: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros". Podemos interpretar este texto de la siguiente manera: Somos frágiles vasos de barro, y si hay alguna realización, si hay alguna persistencia, si hay alguna eficiencia, debe ser acreditada al poder, a la excedente
Grandeza del poder, que es de Dios y no de nosotros mismos. Esto es Cristo en Su vaso de barro, en el poder de la vida de la resurrección.
En las Escrituras vemos la supremacía del Señor, Aquél que está sentado sobre el trono.
En otras palabras, es la soberanía absoluta de Jesucristo como Cabeza de Su Iglesia. Dios Le resucitó de entre los muertos y Le hizo "sentarSe a Su derecha en los lugares celestiales, arriba de todo principado, y potestad, y poder, y dominio para ser el Cabeza sobre todas las cosas". Somos participantes de un reino que no puede ser abalado por nada en este mundo. "Las puertas del infierno no prevalecerán contra él"
 
Soli Deo Glória.

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