Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia
reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Romanos 5:21
Muchos intentos han sido hechos en el sentido de definir y
expresar el significado de la gracia. Entre ellos, encontramos
esta formula muy popular: gracia es la bondad de Dios mostrada
a personas que no la merecen. Según la interpretación del dr.W.C. Taylor,
"gracia es el favor no merecido, pero libremente otorgado, - la bondad por
la cual Dios manifiesta favores a los que están destituidos de mérito".
Charles Spurgeon hablando de la gracia exclama: "Qué abismo es ese de la gracia
de Dios? Quién puede medir su extensión? Quién puede atingir su profundidad?
Como todos los demás atributos divinos, su gracia es infinita".
El dr.Rimer cuenta que en cierta ocasión llevó a un indio,
nacido en el Norte de los Estados Unidos para conocer el Océano Pacífico. El
indio quedó encantado con la inmensidad de las aguas, con las olas fuertes, la
visión fue deslumbrante! El indio quedó horas seguidas contemplando a aquel
espectáculo jamás visto! Cuándo llegó la hora del regreso el dr.Rimer vió al
indio corriendo con una botellita en la mano, a fin de llenarla:quería mostrar
el Océano Pacífico a sus conterráneos.
Qué ingenuidad! Pero, la misma ingenuidad demonstrada por el
indio es revelada a nosotros, cuando nos disponemos a hablar del Océano de la
Gracia e Dios. "Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Porque quién entendió la mente del Señor? O quién fue su consejero? O quién le
dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para
él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén". Romanos
11:33-36.
El apóstol Pablo utilizó la palabra gracia
para mostrar lo contrario de "obras y meritos".La gracia, de modo alguno,
depende del merito humano: depende solo de la voluntad de Dios. La gracia es
absolutamente libre de cualquier influencia humana. "Gracia
merecida" es una contradicción. La gracia no puede ser merecida. El
verdadero sentido de gracia es que la persona que la recibe no
la merece y no hace por merecerla.
La gracia de Dios está fundamentada en la plena y perfecta
obediencia de nuestro Señor Jesucristo. La salvación del hombre también está
íntimamente unida a la Persona y obra de nuestro Señor Jesucristo. No podemos
ser salvos por otros medios, no hay salvación fuera de Jesús. Los regenerados,
comprados por Jesús, en adoración y alabanza dicen:…"y de Jesucristo el
testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la
tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo
reyes y sacerdote para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos
de los siglos. Amén.".El Apocalipsis 1:5-6.
El acto decisivo en la regeneración está resumido en la
expresión "nos dio la vida". Nosotros éramos indiferentes; no
teníamos el verdadero interés espiritual; no teníamos gusto por la belleza de
Cristo; simplemente estábamos muertos para todo que de hecho importa. Entonces,
Dios actuó en gracia, de manera incondicional. Antes que
pudiéramos hacer cualquier cosa para ser macetas adecuadas a su gracia.
Él nos dio vida. Él nos despertó del sueño de la muerte de
forma soberana para que mirásemos la gloria de Cristo. Nuestros sentidos
espirituales, muertos en delitos y pecados, vinieron milagrosamente a la vida.
"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo
(por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Para mostrar en los siglos
venideros, las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros
en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es
de vosotros, pues es don de Dios". Efesios 2: 4-9.
Hay dos puntos importantes que nos llaman la atención en ese
texto. Primero: La salvación se caracteriza por el generoso derramamiento de las
riquezas de la gracia divina sobre nosotros. Es un derramamiento
inmensurablemente grande y gratuito de la plenitud de Dios – inagotable y auto-
suplidora. La gracia no termina porque el pozo del cual procede no tiene hondo.
La gracia es gratuita y libre porque Dios es cuidadoso en ser visto como fuente
inagotable, y esta fuente que nunca termina de chorrear es Su propia vida.
El Otro punto es que, en la eternidad, Dios nos revelará las
abundantes riquezas de su gracia. Esta es la otra faz de los misterios de Dios,
quiere decir, la eternidad para hablarnos de Su gracia. Dios nos dio vida y
seguridad en Cristo para hacernos beneficiarios de la bondad eterna de esas
riquezas infinitas de la gracia. Esto no ocurre porque somos merecedores, pero
para mostrar la medida infinita de la dignidad de Él.
La gracia no seria gracia si reaccionase a los "recursos"
existentes en el hombre. La gracia es gracia porque resalta los recursos
transbordantes de la propia bondad de Dios. Phillips: "Gracia es algo en Dios
que está en el corazón de todas Sus actividades de redención, Su rebajarse y
extender Su Mano de las altura de Su majestad, para tocar el insignificante y la
miseria. Una de las primeras cosas que debemos aprender es evaluar nuestro
conocimiento de Dios, teniendo como medida la palabra dicha por Jesús a Pedro:
"Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos".
(Mateo 16:17).
Sabemos si realmente "conocemos" cuando nos gloriamos de la
Fuente de todo el conocimiento. Cuando nos vangloriamos, estamos apenas
evidenciando nuestra propia ignorancia, esto porque, el conocimiento revelado
nos abate, nos pone por tierra, nos lleva al fin de nosotros mismos. Si el
conocimiento no decretar el fin de nosotros mismos, con seguridad no es el
conocimiento que viene del Alto.
El profeta Jeremias oyó esto de Dios: "Así dijo Jehová:
No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni
el rico se alabe en sus riquezas".Jeremías 9:23. El Señor muestra por
la boca del profeta, tres grandes factores que concurren para fomentar el
orgullo en el corazón humano: Sabiduría, fuerza y riqueza – Cada uno de esos
elementos nos seduce para lejos de la dependencia de Dios.
Pero, dónde está nuestra gloria o dónde debemos gloriarnos? El
apóstol Pablo inspirado por Dios responde: "Pero lejos esté de mi
gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesuscristo, por quien el mundo me
es crucificado a mí, y yo al mundo". Gálatas 6:14. La cruz fue la
sentencia de muerte pronunciada a respecto de la naturaleza soberbia del hombre.
El hombre "natural" o inconverso no admite perder, no admite perder la "buena"
opinión del mundo sobre él y, definitivamente, no acepta la gracia de Dios.
El hombre puede tornarse un fakir, sacrificar su propia vida,
soportar todas las privaciones, todas las maceraciones imaginables, desde que
sea su Yo quien lo haga, y que nada venga de la gracia de Dios. En sentido
contrario, no es a nosotros mismos que Glorificamos cuando contemplamos la cruz
de Cristo una vez que, por ella, somos totalmente despojados de nosotros
mismos.
Es pues, en esa cruz, que el apóstol quiere gloriarse, feliz de
estar, por ese medio, muerto para el mundo, feliz por el hecho del mundo haber
llegado al fin, juzgado, crucificado y colocado en su lugar de vergüenza, como
este mundo lo merecía. Todo esto por la riqueza de la gracia de Dios.
João Bunyan, en su meditación sobre las insondables riquezas de
la gracia del Hijo de Dios, exclamó: " Oh Hijo del Bendito! La gracia te quitó
de Tu gloria; la gracia te trajo para la tierra; la gracia hizo con que tomases
sobre Ti el peso de nuestros pecados, peso inexplicable de maldición; la gracia
se encontraba en Tu Corazón; la gracia sangró de Tu lado herido; la gracia
estaba en Tus lágrimas; la gracia se encontraba en Tus oraciones; la gracia se
derramó de Tu frente coronada de espinos! La gracia se presento con los clavos
en las manos y los espinos en la frente! Oh, aquí están las insondables riquezas
de la gracia! Gracia para alegrar al pecador! Gracia para la admiración de los
ángeles! Gracia para atemorizar a los demonios!".
La gracia atrae a gente de los cuatro cantos de la tierra para
formar un nuevo hombre, una nueva creación en Cristo. Cristo salió de la muerte,
y nosotros, de la muerte, salimos con Él. Dios nos comunica esta vida. Él nos
encontró muertos en delitos y pecados y, por pura gracia nos salvó. Él nos quitó
de la muerte tal cuál Cristo salió de ella, y de ella nos hizo salir con Él por
el poder de la vida resurrecta a fin de colocarnos en la luz y en el favor de
Dios como una nueva Creación, como el propio Cristo allí se encuentra.
Atentemos para esta porción de la palabra de Dios: "
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca". I Pedro 5:10. Vivir por la fe en la gracia
que reina significa estar satisfecho con todo lo que Dios es para nosotros en
Jesús.
Por eso, vivir bajo el dominio de la gracia significa admitir
que Dios está en el comando y que nada en este mundo acontece sin su permisión.
Vivir bajo el reino de la gracia significa alegrarse en las debilidades, en los
insultos, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias, sabedores
de que Él está trabajando en nuestras vidas, con la finalidad de hacernos
semejantes a Su Hijo.
"No juzguéis el Señor por los débiles sentidos de vosotros, mas
confien en la gracia de Él; por detrás de una providencia algo oscura Él esconde
una sonrisa en el rostro". William Cowper. "Por tanto, hermanos, tened
paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana
y la tardía". Santiago 5:7. Amén.
Soli Deo Glória.
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O propósito deste blog na sua forma completa é capacitar seus leitores a entenderem a Bíblia. Apresenta instrução básica eficiente do ponto de vista bíblico. Procura remover todas as falsas pressuposições racionalistas, moralistas, antropocêntricas e idólatras que já infectaram,e, na medida desta infecção, cegaram todo homem e toda cultura deste mundo a partir da queda de Adão.
quinta-feira, 21 de fevereiro de 2013
LA GRACIA QUE REINA
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